Compartimos con el presente texto, el que constituye el Primer Mensaje del Serenísimo Gran Maestro/Gran Prior del GRAN PRIORATO DE HISPANIA, que ha modo de reflexión ha hecho llegar a todos y cada uno de los C.B.C.S. y a los Escuderos Novicios que se encuentran en preparación de su asunción a la Caballería, planteándose y planteando, qué se espera y qué cabe esperar de un hombre comprometido con los valores que han de mover -y conmover- a todo Caballero, y a fortiori, a todo Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa.
¿QUÉ SE ESPERA DE UN CABALLERO?
TRASCENDENCIA
Porque somos Cristianos Trinitarios y sabemos qué nos predica Nuestro Señor Jesucristo, nuestro Salvador, el Hijo de Dios hecho Hombre, en los Santos Evangelios que son nuestra Ley y causa a la que nos hemos conjurado -hemos jurado en común- defender y propagar. Por ello, de un Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa se espera que su vida sea un templo de:
FE
ESPERANZA
CARIDAD
PRUDENCIA
JUSTICIA
FUERZA
TEMPLANZA
Pero, además, un Caballero, que debe ser modelo, maestro y referente, debe -creo- consagrar su magisterio mediante el ejercicio de las virtudes que relaciono, como instrumentos tanto docentes como convivenciales que van más allá de un simple tema formal, ya que todas y cada una de ellas son, en el fondo, en la materia, expresiones del amor que Cristo nos enseñó a sentir por los nuestros: nuestros Hermanos en Él.
HONOR
Credibilidad
Franqueza
Honradez
Nobleza de espíritu
HUMILDAD
Accesibilidad
Sencillez
GRANDEZA DE ESPÍRITU
Afecto y sensibilidad
Amabilidad
Calor humano
Compasión
Empatía social; mucha empatía social
Generosidad
RESPETABILIDAD
Dignidad
Elegancia
Moderación
Respeto en todos los sentidos, hacia todo y todos
Señorío
Sobriedad
SABIDURIA
Astucia
Coherencia
Conocimientos
Imaginación
Perspicacia
Sentido común, equilibrio y sensatez
Tranquilidad
MADUREZ
Comprensión
Ecuanimidad
Ponderación
Responsabilidad
VOLUNTAD
Constancia y persistencia
Disponibilidad
Espíritu de sacrificio
Fuerza de ánimo
Laboriosidad
Paciencia
Tenacidad
VALOR
Firmeza
Resistencia a la adversidad
Y… ¿POR QUÉ NO?
Alegría, entusiasmo e ilusión.
Por supuesto, se admiten propuestas para ampliar y mejorar el listado. Y seguro que podéis avergonzarme por haberme olvidado de muchas.
Todas aquellas que impliquen con su ejercicio la mejor defensa de nuestra Santa Religión Cristiana, de la decencia, del respeto a la dignidad de todos los humanos como hijos de Dios y hermanos en Cristo sin exclusión alguna, como somos todos, son nuestras propuestas.
Mis muy Queridos Hermanos Caballeros todos: dadas vuestras más que sólidas calidad y talla, ambas incuestionables, que son y deben ser la piedra angular sobre la que se fundamenta el futuro de nuestra Orden y habida cuenta de vuestro indubitado sentido de la responsabilidad, que es la del sublime magisterio que desempeñáis ante nuestros Escuderos Novicios y ante nuestra Clase Masónica, sé, sobradamente, porque la confianza que me habéis dado es recíproca, que, mediante la práctica de nuestro Rito y vuestra veteranía de la vida, continuareis formando en todas estas virtudes (de las que vais sobrados) a nuestros bisoños, así como a mí mismo, con vuestro ejemplo en las responsabilidades que hayáis asumido, ejemplo que siempre será para mí, tan modélico como referencial.
Por favor, Queridos Hermanos: os exhorto a todos y a cada uno de vosotros a que continuéis enseñándome lo que implica el honor que me habéis dado, en el bien de la Orden.
Es nuestro compromiso. Son nuestros votos.
Es nuestra Caballería. La Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa.
Mis Hermanos: un gran abrazo en Cristo a todos.
Ferdinandus
in O. eques a Constanti Patientia