PERSONAS QUE DEJAN HUELLA: RAIMON PANIKKAR

“Salí cristiano, me he descubierto hindú y regreso buddhista, sin dejar por ello de ser lo primero”

(Raimon Panikkar *1918+2010)

 

Reunión con Raimon Panikkar en su casa de Tavertet, el 12-11-2004

 

Corría el año 2004 y hacía poco más de un año que el GRAN PRIORATO DE HISPANIA había sido creado como Obediencia en nuestro país para la práctica del Régimen Escocés Rectificado. La dirección del G.P.D.H. de la época se ufanaba a presentar y explicar la nueva Obediencia masónica recientemente surgida así como sus propósitos a diversas instituciones y personalidades.

 

Fue en el marco de esa acción, y gracias al común amigo, el profesor Ferran Iniesta, que se llegó a concertar una reunión entre el Serenísimo Gran Maestro de la época, Ramon Martí Blanco, y el sacerdote y filósofo Raimon Panikkar, una de las mentes más preclaras, y uno de los más firmes defensores del diálogo entre las distintas tradiciones. Raimon Panikkar i Alemany era hijo de padre hindú y madre catalana, y la reunión tuvo lugar en su casa, la masía que había sido de la familia de la madre “Can Felo”, encaramada en lo alto de unos riscos, en el pueblecito de Tavertet de la comarca de Osona. El encuentro fue el 12 de noviembre del año 2004.

 

Recordando la figura de Raimon Panikkar, diremos que era una autoridad internacional en espiritualidad, historia de las religiones y diálogo intercultural. Su hermano Salvador, es otro de los grandes pensadores españoles –pero de personalidad y pensamiento totalmente distintos a Raimon – filósofo, industrial, editor y fundador de la Editorial Kairos y escritor. Raimon Panikkar nació en Barcelona en 1918. Su padre hindú, como hemos dicho, había llegado a Barcelona en 1916, representando a una empresa alemana. Doctor en Filosofía (Madrid), Química (Madrid) y Teología (Roma), ha enseñado en las principales universidades de América, Europa y la India. Entre 1960 y 1963, vivió en Roma, siendo nombrado “Libero Docente” de Filosofía de la Religión por la Universidad de Roma. En 1946, se ordenó sacerdote y fue uno de los miembros relevantes del Opus Dei, institución que abandonó a causa de su evolución personal de pensamiento. Siempre se consideró, además de católico, hinduista y budista.

 

Autor de más de 40 libros en diversos idiomas, publicó más de mil artículos  que abarcaban desde Filosofía de la Ciencia a Metafísica, Religiones Comparadas e Indología. Fue presidente de la organización no gubernamental INODEP (París), del Center for Crosscultural Religions Studies (California), fundador y hata su muerte presidente de Vivarium, una fundación dedicada a promover el diálogo intercultural, presidente del Centre d’Estudis Interculturals de Catalunya, de la Sociedad Española de las Religiones (Madrid), miembro del Institut International de Philosophie (París) y del Tribunal Permanente de los Pueblos (Roma) entre otras organizaciones.

 

Su obra ha sido publicada y traducida en inglés, alemán y catalán. De lo publicado en castellano, destaca: “La Trinidad y la experiencia religiosa” (1989); “El Cristo desconocido del hinduismo” (1994); “Paz y desarme cultural”; “El silencio de Buddha” (1993); “La experiencia trantropocósmica”; Filosofía y Mística; Invitación a la Sabiduría; La plenitud del hombre; Elogio a la sencillez; La experiencia religiosa de la India; Iconos del misterio.

 

Ramon Martí nos contaba: “de entre los libros de Raimon Pannikar, el que más me ha llamado la atención es “Les icones del misteri – l’experiència de Deu” (Iconos del misterio), porque en él habla de lo Inefable con palabras y conceptos sencillos y al alcance de todos”.

 

En la reunión con Panikkar, en el año 2004, Ramon Martí le explicó que el GRAN PRIORATO DE HISPANIA había nacido como herramienta para el desarrollo de la espiritualidad del hombre dentro de la tradición cristiana, siendo absolutamente respetuoso con las distintas tendencias e Iglesias existentes dentro del cristianismo, sin caer tampoco en el sincretismo del mundo actual en el “que todo vale”, ni heterodoxias gnósticas superadas por el cristianismo. Panikkar, que desde la primera vez que visitó la India paterna en 1955, se había situado de algún modo a caballo entre Oriente y Occidente, le respondió con la frase: “Salí cristiano, me he descubierto hindú y regreso buddhista, sin dejar por ello de ser lo primero”, destacando la importancia de que uno tenga un sólido marco referencial al que asirse, si se quiere navegar con éxito por los procelosos mares, del por otro lado fundamental, necesario e inevitable diálogo entre religiones y culturas.

 

Su figura y pensamiento nos viene a la memoria en los momentos tan difíciles que nuestro mundo está atravesando, en que los extremismos de uno u otro signo parecen ser las únicas salidas posibles. Decía Panikkar, como filósofo que era, que la filosofía no es sólo «el amor a la sabiduría», sino también «la sabiduría del amor«. En su pensamiento no existía una contraposición entre filosofía y teología, sino por el contrario hay que superar tal posibilidad, porque para él, pensamiento y religión estaban íntimamente unidos. Dentro de las diversas experiencias de las distintas religiones, lo que se pretende, es que cada parte tiene la exigencia de ayudar a descubrir el todo, es decir llevarnos a la salvación, la liberación, etc. No se trata de que todos vayan a ser cristianos o hindúes, o de cualquier otra religión. Se trata de buscar un diálogo realmente abierto que nos vaya llevando a una fecundación mutua: el uno aprende del otro.

 

Realmente, hay personas que dejan huella.

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