
En este año tan complicado como el que nos ha tocado vivir, quisiera que el Nacimiento del Salvador llenase vuestras almas con toda la felicidad del mundo, pues nadie lo merece más que vosotros. Y eso es así, porque nuestro compromiso nos obliga a ello: a transmitir la felicidad y Esperanza que tenemos como Cristianos, Masones y Caballeros, a cuantos nos rodeen. La Navidad es amor en acción. Y nosotros que aspiramos a ser, como los caballeros del Hospital, hombres de hierro y de fe, aquellos caballeros, los Hospitalarios de San Juan de Malta, que tenían a «los pobres y enfermos como a sus señores», espero que estas Navidades tengamos el coraje de amar y de ayudar con más fuerza que nunca a aquellos que nos rodean… y a quienes no. ¿Os parece poca cosa el compromiso de ayudar a quienes nos rodean a que su ánimo no decaiga? Eso solo es posible si el nuestro no decae y hacemos que nuestro mensaje sea creíble.
¿Hierro y Fe? ¡Claro que sí! Si no, ¿para qué estamos aquí?
Contagiad a todos el virus de la Esperanza en Nuestro Señor Jesucristo que renace para salvarnos y así, la misma Esperanza que transmitís hará que vuestros «contagiados» sean a su vez, contagios de hierro y Fe.
Sed muy felices, mis Queridos Hermanos, junto a los vuestros. Los tiempos son difíciles.
Cierto. Pero para esto está vuestra talla.
Una muy Feliz Navidad para todos y que el próximo año os sea mucho mejor que éste.
Vuestro Hermano
Ferran Juste Delgado